Desde mi infancia siempre tuve la idea de llegar hacer docente, al paso del tiempo decidí entrar a la Escuela Normal, para cursar la Licenciatura en Educación Primaria, en el transcurso de la carrera me convencía cada día más de que era lo que deseaba hasta que llegó el momento de ocupar un lugar muy especial en el aula.
El significado que tiene para mi educar es muy importante ya que pienso que si puedo compartir mis conocimientos a más personas y de ahí formar gente para nuestro futuro, los niños del mañana están en las manos de los docentes, por lo tanto creo que algo muy importante es ir perfeccionando mi practica día con día, mediante evaluaciones y como persona irme preparando tomando cursos, poniendo nuevas metas, adquiriendo nuevos conocimientos para ampliar mi capital humano.
Y que mejor oportunidad que este séptimo semestre en donde se consolidaran varias competencias y al contrario se reforzaran o se apropiaran nuevas. Previamente a las vacaciones de una u otra forma ya quería entrar a la escuela primaria para poder iniciar con mi servicio social, conocer mi grupo, la planta docente y los padres de familia, esto fue sucediendo poco a poco, en primera instancia conocí a la planta docente con una visita que se realizó con anterioridad a este ciclo, posteriormente me presente a las inscripciones durante dos días, y al Curso Básico por una semana donde aprendí muchas cosas, pero aún me faltaba conocer algo muy importante “mis alumnos”, varias preguntas se me venían a mi mente y a ninguna de ellas le encontraba respuesta ¿Cómo serán mis alumnos? ¿Serán más niños que niñas? ¿Cómo se comportaran? ¿Les gustará trabajar?, estas y muchas más preguntas eran las que me formulaba a diario, pero ninguna aún era acertada.
Para entonces llego el primer día de clases en la Escuela Primaria Federal Bilingüe Tonalkali, son las 07:50 de la mañana, como aquella primera vez que llegué me encuentro con nervios e incertidumbre sobre lo que pasará en esta práctica intensiva, que aunque ya conocía a los maestros y algunos niños para mí era como un primer acercamiento pues día con día son nuevas experiencias las que se obtienen y de todas ellas se aprende, ya sea mucho o poco dependiendo de lo que uno se quiera apropiar. Entre las primeras actividades que logre percibir fue la llegada de cada uno de los alumnos de los diferentes grados, los padres de familia acompañan a sus hijos y al dejarlos en la entrada ellos se retiran pues una de las normas de la institución es que los padres de familia no pueden entrar a la escuela sino hasta después de la una de la tarde, los alumnos al ser el primer día se encontraban caritas muy sonrientes otras no tanto y mucho menos los alumnos de primer grado quienes tal vez como a mí a ellos les sucedía, tener miedo y nervios por estar en un lugar diferente y nuevo.
Logre notar que el maestro de guardia toca el timbre exactamente 5 para las 8, y al sonar el timbre se cierra el portón y nadie más puede entrar así sean alumnos o incluso los mismos maestros.
Con las indicaciones pertinentes los alumnos poco a poco fueron tomando su formación y con ayuda de cada maestro los niños se formaban, en mi caso me acerque a mi maestra titular para preguntarle cual era el grupo entonces me señalo al grupo de pequeños que tendría por alumnos este año, ya en posición maestro de guardia comenzó a dirigir el programa cívico para esta ocasión a cargo del maestro de sexto grado.
En la participación de esta actividad solo fue un alumno el que dirigió todo el programa y uno más dio a conocer las efemérides de la semana, algo muy curioso de lo que me percate fue que dentro del programa el Himno Nacional lo cantan en forma bilingüe en náhuatl y en español, así como las indicaciones de la escolta y algunas del maestro de guardia. Concluyo el programa y el director tomo el micrófono para dar algunas indicaciones, como el uniforme que deberían portar cada uno de los días, la hora de entrada, la hora de salida, la visitas de los padres de familia, y que los libros se darían hasta el día martes, etc., también algo que m pareció muy importante y significativo fue que presento a cada uno de los maestros de cada grupo, y dentro de ellos mostro una buena actitud hacia mi equipo de normalistas mencionando que éramos maestros y que estaríamos dentro de la escuela apoyando a algunos maestros, dio a conocer nuestro nombre y pidió un aplauso por parte de los alumnos, dejando los grupos en responsabilidad de cada uno de los titulares.
Al entrar la mayoría de cada uno de los grupos mi maestra titular pidió al grupo que se formara adecuadamente, y ya formados fue que pasaron al salón, pidió que guardaran silencio y me presento mencionando que yo era el maestro Adolfo Maldonado Maldonado, el cual iba a estar trabajando dentro del salón , para lo cual pidió un aplauso, yo me presente explicando el porqué de mi visita y ellos como ya habían tenido a un maestro practicante con anterioridad no se les hizo raro.
Como era el primero día de clases la maestra Amada, me pidió de favor que entregara a cada uno de los alumnos la evaluación diagnostica, dio las indicaciones y comenzaron a contestarla, como este grupo ya había estado a cargo de la maestra anteriormente los alumnos ya sabían la mecánica de trabajo, pasaron las horas mientras los niños trabajaban en la evaluación yo acomodaba los libros y algunos materiales junto con la maestra tratamos de ordenar el salón.
Llego la hora de salir al recreo y los alumnos aun no terminaban la evaluación, para eso la maestra les pidió que voltearan la hoja y que salieran a comer sus alimentos. Mientras ellos fueron a comer yo me quede platicando y desayunando con la maestra, compartiendo experiencias sobre el curso básico, sobre la normal, las practicas, muchos temas de interés común o al menos relacionados con el ámbito educativo, termino la hora de recreo y el maestro de guardia toco el timbre para entrar al salón, algo que de lo que me percate fue que a la hora de entrar al salón ya no se forman en la plaza cívica sino que cada alumno se dirige a su aula, y que a diferencia de otras instituciones esto que había sucedido era algo nuevo.
Al estar dentro del aula, siguieron los alumnos realizando su evaluación mientras yo me paseaba por los pasillos observe que cada alumno utilizaba distintas formas para resolver los planteamientos, había de aquellos que lo hacían mentalmente, algunos otros lo hacían con operaciones o incluso utilizando los dedos, diferentes ritmos de aprendizaje se lograba notar, pero cabe mencionar que el grupo se encuentra en muy buenas manos, los alumnos académicamente a pesar de que son muchos tienen un nivel académico bueno, lo que implica un reto para poder trabajar correctamente.
Paso el tiempo tocaron el timbre y los alumnos aun no terminaban entonces se les pidió dejaran su evaluación en el escritorio y anotaran la tarea, que era leer en voz alta el libro que se les había pedido que compraran. La maestra me pidió que en el control de tareas firmara la tarea, y conforme iban terminado se iban formando en el pasillo para poder retirarse, la maestra los llevo hasta el portón y a su regreso me despedí de ella y fue así como se concluyó el añorado día lunes, nuevas experiencias se agregan en mi persona y reitero que cada día que pasa uno aprende algo nuevo y aunque sea mínimo es muy importante.